EL CRIMEN 

Era un día de invierno en Buenos Aires, en esta ciudad hay mucha gente rica, yo, Hernán, no era el caso.

Comencé a trabajar para unos señores con mucho dinero, eran muy conocidos en la ciudad. Necesitaba pagar muchas deudas que tenía. Estos señores tenían algo en particular, que todavía no lograba entender qué. Lo único que yo tenía que hacer para terminar el trabajo era conseguir unos papeles. Pero no unos papeles cualquiera, eran papeles que comprometían mucho a estos hombres ¿Qué tenían? Nunca lo voy a saber.

Lo que yo tenía que hacer era entrar a la casa de una familia con bastantes fortunas y robar lo que me pidieron, algo que claramente no estoy acostumbrado a hacer, tenía muchos miedos, miedo de que me vieran los vecinos, la policía o cualquier persona que pase por ahí en el momento que yo entre.

Esto fue planificado unos días atrás, tenía un mapa de la casa para poder entrar, tenía que entrar, buscar los papeles e irme lo más rápido posible.

Llegó el día, domingo por la noche, la familia no estaba en la casa, estaba vacía. Supuse que los vecinos estarían durmiendo así que entré sin dudarlo, saque los papeles y me fui.

Hasta ese momento todo iba bien, le llevé los papeles a mis jefes, me dieron la plata que me correspondía y me fui. Pero como siempre no todo sale tan bien como lo esperamos.

La policía también estaba en busca de ese material y tenían la sospecha de que los papeles estaban en esa casa y le habían encargado a los vecinos que estén atentos al movimiento que había mientras estaba vacía, sin darles ningún tipo de explicación.

Para mi mala suerte varios de los vecinos me vieron entrar. Entre en pánico cuando mis jefes me dijeron eso. No sabía qué hacer, estaba muy preocupado. No se si podrá reconocerme la policía, espero que no. Mis jefes nunca intentaron ayudarme, ellos ya tenían lo que necesitaban.

Lo único que me quedaba por hacer es irme, irme a otro país y esperar a novedades.

Empezaron a aparecer testigos de lo que había sucedido...

La policía, según los comentarios que me empezaron a llegar de conocidos que sabían que yo me había ido a otro país, me estaba buscando. Ya habían carteles por la ciudad de "Se busca Hernán López, hay recompensa". 

Se termino para mí, en algún momento van a encontrarme...


Primer testigo 

Segundo testigo 

Tercer testigo

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar